Exposición de Boix en Ourense

A exposición sobre o deportado republicano máis coñecido, Frances Boix, é unha oportunidade magnífica para dar a coñecer a historia dos 46 deportados ourensáns aos campos nazis. O testemuño de familiares, coa presentación de casos para a querela arxentina, a conferencia, a proxección do documental, do que é protagonista o ourensán Joaquín Balboa, e a propia exposición, permitíranos coñecer as características da deportación e, tamén, renderlle homenaxe a todas estas persoas, tan inxustamente silenciadas e ignoradas. É un deber moral, para que o seu padecemento non sexa inútil.

Valdeorreses nos campo nazis

Artigo do noso compañeiro Jonatan Anta, no diario O Sil,

sobre os deportados da súa comarca.

As cartas de José García (2): o campo de Argelés

Campo de concentración en Francia (1939). Uxío Souto

Na carta que José escribiu o 11 de agosto de 1939, desde Bourg-Saint-Maurice (Savoie), onde estaba destinada a 2ª Compañía de Traballadores, describe como eran as condicións de vida no campo de Argelés, nas praias, onde as autoridades francesas encerraron á maioría dos refuxiados republicanos. Segundo as datas das cartas, José e seu irmán Emilio estiveron en Argelés Sur Mer de febreiro a maio de 1939.

"Sin duda en nuestra España non se han enterado aún de que desde nuestra entrada en Francia no hicimos otra cosa que sufrir hambre y miseria, primero, malos tratos en gran cantidad, y alguno que otro engaño terrible, de los que dan la medida de la paciencia de un hombre (...).

Honradamente, con la sinceridad que me caracteriza, puedo aseguraros, sin temor a equivocarme y sin nigunha exageración, que mi estancia en estas tierras ingratas no me ahorró ningún dolor, ninguna amargura, ninguna humillación, nin tampoco ninguna verguenza. En honor a la exactitud, debo de confesar que no sólo los franceses son culpables; cuando menos, la misma culpa le cabe a algunos españoles indignos de llamarse tales a los que tenemos la desgracia de padecer aún hoy.

Primero, los campos de concentración, con su hambre, su miseria horrorosa y su inmoralidad. Nuestras ansias de libertad cercadas por kilómetros y kilómetros de alambre espinoso, verdaderos campos atrincherados, y una fila de negros armados de fusiles; fiebre e irregularidades intestinales constantes y algún que otro estacazo...; piojos, una verdadera epidemia de piojos, que nos consumía; frío, un frío cruel y constante, que entumecía nuestros miembros, y agua, agua, una lluvia incesante, que parecía castigo del cielo, y sin duda lo era para nuestros errores pasados... Las arenas húmedas de una playa, totalmente desnudas de cobijo alguno, como refugio único para preservarnos de las inclemencias del tiempo.

Así, hijas mías, a grandes rasgos. Muchos fueron los desgraciados que no pudieron sobrevivir a estos días de crueldad terrible. (...)".

Memorial do campo de Argelés